Christian Salmon, en su libro "Storytelling: la máquina de crear historias y formatear las mentes" nos explica como la narrativa domina todos los campos de la sociedad actual. El arte de contar historias o storytelling domina ámbitos tan variados como la política, management, enseñanza, sociología, psicología, defensa, etc.
Es tal el impacto y eficacia que tienen las historias sobre las audiencias que éstas han desbancado al razonamiento y el discurso científico.
Salmon identifica el ser humano como una persona que necesita vivir y experimentar diferentes historias: engaños, alegrías, amores, intrigas, etc. Pero en las sociedades tan dirigidas como la muestra muchas personas no son capaces de vivir todas estas vidas por lo que se apropian de la vivencia de historias de personas ajenas.
Al pensar en esto me vino a la cabeza el gran éxito que están teniendo la prensa rosa en los últimos años, en las que su único fundamento es contar las vidas extravagantes, exitosas o frustradas de los famosos y no solo nos interesa la vida real de los demás sino también vivimos historias de personajes imaginarios: cómics, series, películas, etc. Nos gusta vivir otras experiencias, más cuando nuestra vida se encuentra dirigida y nos sentimos frustrados porque tenemos la sensación de no dominarla a nuestro placer.
En esta realidad no hay nada de malo, es parte de nuestra naturaleza y la utilización de esta característica o propiedad humana no es del todo nueva. De hecho el relato se ha utilizado desde tiempos inmemoriables para transmitir conocimientos y educar a la sociedad con unos patrones determinados, por ejemplo: las fábulas, mitos, el teatro, etc.
El problema radica cuando se aprovecha esta condición del ser humano para manipularlo y conseguir ciertos intereses. En la sociedad actual existen diferentes ámbitos en los que se está abusando del relato y el storytelling para dirigir a la sociedad hacia unos valores, ideas y juicios determinados con el fin de conseguir intereses, es el caso de la publicidad y la política entre otros.
Miguel Roig, autor del prólogo del libro de Salmon, considera que la política actual, dominada en parte por las determinaciones y control de las grandes multinacionales,se encuentra en permanente campaña electoral. No existen los objetivos, ni los planes de gobierno, solo historias. historias para desacreditar las ejecuciones y decisiones de los partidos oponentes, para ganar simpatizantes y votos; mentiras engaños, intereses... todo vale para continuar en el poder.
Pero esta práctica que hasta ahora había funcionado sin problemas empieza a tambalearse, porque cada vez son menos las personas que se creen las historias de los políticos y cada vez crece más la necesidad de establecer un nuevo orden político, un nuevo referente que defienda las decisiones y deseos del pueblo como en una auténtica democracia.